martes, mayo 02, 2006

Populachismo y populacheros

Encontré algo más de veinte definiciones sobre "Populismo". Me quedo con la de Bernard-Henri Levy, extraída de su ensayo "La pureza peligrosa", la cual pasa a glosar el Punto 4 del Decálogo Genético de la Zurdología . Cualquier semejanza con la realidad...

"El populista será también, fatalmente, nacionalista: ¿no es el nacionalismo la doctrina más inmediata y más natural de las comunidades?
El populista será, más que nadie, un fanático de esa memoria desenfrenada que servía de vínculo con los muertos y de religión con el recuerdo: en efecto, ¿qué mejor instrumento para unificar una voluntad general?, ¿qué mejor sustituto para todas esas promesas, demasiado abstractas, con las que se embrollan los demócratas?, ¿y qué mejor comunión para la plebe y tal como él la sueña?
El populista estará finalmente -y por las mismas razones- más empeñado que nadie en fabricar una alteridad, en generar falsos enemigos, etc. Porque, si no se dota de una exterioridad masiva, obsesivamente denunciada, e incansablemente perseguida, ¿cómo podría reunir su propio cuerpo en la unidad reencontrada?
El populismo, en otros términos, es el mejor de los medios para conseguir que unas sociedades frustradas puedan protegerse de su derrota moral.
No es una cuarta reacción, o una estratagema adicional, para tapar la fisura, parar la hemorragia, y devolver a las democracias la solidez que les falta.
Es la reacción por excelencia. El mecanismo más esencial.
El que, por sí solo, incluye, resume y da coherencia a los otros tres.
¿Están enfermas las democracias? El único remedio para su enfermedad es el populismo.
¿Qué es el populismo? Es la enfermedad senil de nuestras democracias en el momento de la nueva crisis de la conciencia europea.
El populismo es la única reacción de las democracias frente al pánico que las domina y la desbandada que las amenaza.
La primera y la última frase del populismo es la de sálvese quien pueda."