domingo, abril 30, 2006

Acero y piel

Dice André Glucksmann en "La Fuerza del vértigo". (Habla un misil en primera persona).
Nacido de las esperanzas defraudadas de la paz, me eternizo decepcionando las esperanzas de la guerra. Gracias a mí, el gran juego de la victoria a toda costa se hace inseguro, improbable, sin que por ello parezca garantizada la seguridad internacional. Encarno la fragilidad de las cosas de este mundo, la precariedad de las promesas, la cara incierta de las buenas intenciones y la cara inconstante de las malas.