lunes, mayo 01, 2006

Eugenio d´Ors sin anestesia

Romancete del Deán de Canterbury

¡Ay, Deán de Canterbury,
de Canterbury Deán,
bolchevista y anglicano,
doble y redomado mal !
Tú, cuyas filantropías
no se privaron jamás
ni de armiños de "confort",
ni de pelucas de "cant";
tú, que si queman iglesias,
iglesias de los demás,
piensas que tiene la tuya
su calefacción central;
¿quién te mete a hablar en nombre
de toda la humanidad?
¿quién, a rodear el tuyo
de publicitario afán?
Te hubieses quedado quieto,
en un curato rural,
"the right man in the right place"
se te podría llamar;
en tanto que hoy nos decimos:
-La "place" para este "man"
sería la de una estala
en coro de Catedral;
pero no encima la silla,
sino debajo quizá
y fijado y esculpido
en un festón del nogal,
por gótico imaginero
de fantasía bestial,
con una mona debajo
o con el diablo detrás.