viernes, septiembre 15, 2006

El año que vendieron a Maradona

Don Abdel Zalim (el burlador de Domínico)
Moral, honestidad, decencia, idoneidad, eso es lo que les hace falta a los actuales dirigentes, llamémolos así, del fútbol argentino. Vergonzosamente empeñados en el lucro, como si los clubes deportivos, los clubes gloriosos de nuestra patria, fuesen una sociedad anónima.
(Aplausos).
Inversiones cuantiosas, fútbol incomprensiblemente, estúpidamente denominado espectáculo. Y por qué razón, preguntémonos amigos telespectadores. Por unos cuantos rejuntados extranjeros que son adquiridos por sumas millonarias, capitales que emigran del país, y que, salvo Benites, claro está, el peruano de Boca, tuvieron un rendimiento deficiente. Por no poder decir espantoso, o pésimo. Ya que tenego la brillante y grandiosa oportunidad de manifestar mis opiniones al respecto, en este ejemplificador programa, orgullo de la televisión argentina, que es Polémica en el fútbol, trataré de expulsar hasta el último pelo de mi lengua. Edson Dos Santos, Dino Sani, Pepillo, Maurinho, Moacyr, Emanuel Del Vecchio, y todos esos buzones que pretendieron vendernos, mejor dicho, que nos vendieron, con carteros y todos.
(Risas) (Aplausos).
Como afirmaba anteriormente, no son otra cosa que negociados, entiéndase bien, negociados que avergüenzan a nuestro fútbol, y por supuesto, a nuestra querida patria, a la nación entera. Desde que los inescrupulosos dirigentes adoptaron esa postura tan absurda y denigrante como antinacional, de vender nuestros indiscutidos y jóvenes cracks, los inolvidables ángeles con cara sucia, Angelillo, Maschio, Sívori, etcétera, ha comenzado la gran debacle del fútbol argentino. Y nuestro pueblo no lo merecía, no lo merecía.
(Aplausos).
Qué hacer ahora, amigos teleespectadores. Si el hincha, el verdadero y único sostenedor del fútbol, castigado, burlado, estafado, es el único perjudicado de la política nefasta, de los pésimos dirigentes en cuestión. Ya no ve más buenos partidos, la clásica picardía criolla ya no existe, hasta se puede decir que el hincha se ha olvidado de la picardía. Ni goles, ni ofensiva. Puro defensiva ve el hincha, con impotente rabia al ver que los pibes de la tercera, que juegan en los clubes denominados grandes, irremediablemente serán dejados en libertad de acción al finalizar el campeonato, aunque sean muy superiores a los buzones foráneos. O si no son dejados en libertad de acción los mandan a préstamo, sin opción, a cualquier club de primera be. Qué hacer ante este panorama crudo, pero no por eso irreal, amigos teleespectadores. Como que me llamo Zalim creo que lo único conveniente es una profunda restructuración del fútbol, investigando con profundidad y hasta las últimas consecuencias. Caerán los culpables, la mano de la justicia penderá inexorablemente sobre sus conciencias. Quiénes son los que están involucrados, enganchados en los pases. Investigar, señores, la actuación de los gestores, nueva plaga, nuevos ricos del fútbol, los que pintan el buzón para que uno entre bien. Sepan, señores dirigentes del fútbol, que los hinchas estamos cansados, porque aunque yo sea un miembro del partido opositor a la tiranía, sí señor, repito, a la tiranía de las actuales autoridades dictatoriales de Boca Juniors, me considero por sobre todas las cosas, un simple hincha de fútbol, un hincha de moral, y ante todo orgullosamente argentino, celoso defensor de lo nuestro. Nada más.

(Extraído de la novela de Jorge Asís, "Don Abdel Zalim (el burlador de Domínico)
Editorial Corregidor, año 1981.

Comprado esta mañana en una librería de Santa Fe y Pueyrredón a $ 19.
Salud !!!