martes, mayo 16, 2006

H 2 O

De repente somos todos ecologistas.
O como mucho, paracaidistas
esquivando el viento
colados en un vuelo
sin escalas y sin alas.
Nadie le preguntó al río
si conoce el cuento del tío.
El que se lo explique
tiene un punto,
en el segundo tiempo
ya no queda nada.
Si no te anotaste
en el juego, apurate, mirá
que vienen nadando
muchos sin sacar
la cabeza debajo del agua.