jueves, abril 20, 2006

Historia de Papel o el papel de Finlandia en la historia

La Guerra de Invierno (conocida también como la Guerra Soviético-Finesa o la Guerra Ruso-Finesa) estalló cuando la Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1939, tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia, la URSS fue expulsada de la Liga de las Naciones el 14 de diciembre. Stalin había esperado conquistar el país entero para finales de 1939, pero la resistencia finlandesa frustró a las fuerzas soviéticas, quienes superaban en número a los fineses tres a uno. Finlandia aguantó hasta marzo de 1940, cuando un tratado de paz se firmó cediendo cerca del 10% del territorio finés y el 20% de su capacidad industrial, a la Unión Soviética.
El resultado de la guerra fue mixto. Aunque las fuerzas soviéticas pudieron finalmente atravesar la defensa finesa, ni la URSS o Finlandia salieron ilesos del conflicto. Las pérdidas soviéticas en el frente fueron tremendas y la posición internacional del país sufrió. Aún peor, la destreza combativa del Ejército Rojo fue puesta en cuestión, un hecho que contribuyó fuertemente a la decisión de Hitler de lanzar la Operación Barbarroja. Finalmente, las fuerzas soviéticas no cumplieron su objetivo primario de la conquista de Finlandia, pero sólo lograron una secesión de territorio junto al lago Ladoga. Los fineses retuvieron su soberanía y consiguieron considerable buena voluntad internacional.