domingo, octubre 29, 2006

El libro es el camino; la web, la autopista


+ A Marshall McLuhan in memoriam +

Juan Pedro Quiñonero desde su blog, escribe:

Libros, lectura, literatura y prostitución

La Palabra y el Verbo ejercen un atractivo tan poderoso que cada día son más frecuentes los intentos de secuestro con bajos fines mercantilistas, por otra parte muy respetables, desde una óptica comercial.

A nadie se le ocurría llamarse "carpintero" sin ser capaz de construir una mesa con sus manos. Pero cualquiera se arroga el derecho a hablar de "lectura", "libros", "literatura", etc., poniendo en circulación nuevos gérmenes de confusión creciente.

Elementos de trabajo y deontología:

● "Leer" un objeto que tiene forma de libro y no siempre es un libro, si no un remedo infame, en la sala de espera de un aeropuerto, NO es lo mismo que leer y memorizar un poema de Gracilaso o don Antonio Machado. El "soporte" (cuaderno de papel, bitácora, libro, etc.) no modifica en absoluto lo esencial de las diferencias: que afectan a la naturaleza de la actividad… Hay sujetos pasivos que consumen basura y sujetos activos cuya lectura modifica su visión y nuestra visión del mundo.

● A cualquier cosa llaman "libro". Pero no es lo mismo esa oceánica retahíla de naderías que se venden en las grandes superficies y cualquier libro de Baroja y Azorín. La proliferación de cosas escritas a dos, cuatro, seis u ocho manos bien refleja la indiferencia desalmada hacia la identidad de la persona humana, sustituida por "productores" de cosas que se venden y consumen como si fueran libros. Pero que no son lo mismo que las Elegías de Rilke o el poema Espacio de Juan Ramón, que se siguen vendiendo mal.

● Basta con abrir cualquier medio de incomunicación de masas para descubrir que fulano de tal es "escritor", arropándose el buen señor y el medio que lo vende como papel que se usa y se tira, con el marchamo de "literatura". Por favor… Redactar anuncios publicitarios es una actividad muy noble. Pero no es la misma actividad que realiza don Antonio Machado, en Collioure, recordando en un solo verso los azules de su infancia, en un patio sevillano. Uno realiza una actividad de seducción mercantilista. El otro se desangra y toca lo sagrado que hay en cada hombre digno de ese nombre.

Santiago Llach, desde su blog (¡el medio es el mensaje!), interpela:
Literatura en la parrilla

Esto es así: hay cada vez menos motivos atendibles para que los escritores no cuelguen sus obras en la web. Ni los económicos, me parece a mí: no creo que la circulación en la web conspire contra la venta de libros, sino más bien lo contrario. En poesía, donde la venta no existe (perdón, sí: hay libros que venden 100 ejemplares), eso se hace más patente.
Pero hay algo más: poner poemas en internet es ofrecerlos al manoseo: a las malas atribuciones, la edición sin control del autor, la reproducción con errores. No que esto haya que festejarlo, o sí: este es el fin de la autoría tal como la conocíamos. No que el criterio democratista, donde toda obra puede ser intervenida por mentes no demasiado brillantes, represente necesariamente un avance. Pero tal vez sí, y en todo caso es indetenible (salvo por los dueños de las máquinas que permiten que internet exista). Sí, este es el fin de la literatura tal como la conoció Pierre Bourdieu.
Con su poder de fuego reducido por la eficacia de artes menos nobles, menos ahistóricas y menos elementales (todo empieza en la palabra, dijo una vez el pensador jasídico Adrián Suar), la literatura de los años de la imprenta se hace el harakiri. Los 500 años de la modernidad antropocéntrica que terminó con la invención del genio serán recordados como una verdadera curiosidad voluntarista.
Como sea, Jorge Aulicino, notorio ejecutor de lírica urbana, miembro de una generación voluntarista y propulsor de una poesía de imágenes, acaba de poner a disposición buena parte de sus libros en un sitio de blogspot.

El Postólogo, por su parte, enfoca su linterna a la microeconomía literaria:

El precio único, condición indispensable

El veto del presidente Fox a la Ley del Libro, aprobada por todos los grupos parlamentarios, supone un duro revés para los autores, libreros y editores independientes de nuestra frágil industria editorial, y para los lectores. Daniel Goldin analiza el eje toral de esta necesaria ley: el precio único. Leer artículo completo

jueves, octubre 26, 2006

La cuadratura del círculo


Un amigo le dice a otro:
- Lo único que cuenta en nuestra historia es la fortaleza del presidente. El nuestro es un sistema hiperpresidencialista; lo del parlamentarismo de Alfonsín en el ´94 no se lo creía ni el Coti.
- Te parece? Mirá que tuvimos 5 presidentes en una semana y gobernó el Congreso...
- Tenés razón; si Duhalde no estaba en el Congreso no se habría producido la última gran creación del constitucionalismo argentino...
- Cuál?
- Un golpe legislativo legitimado en tiempo real.

lunes, octubre 23, 2006

Juntos son dinamita

El Postólogo entiende que el siguiente párrafo explica por qué la academia sueca no le concedió el Premio Nobel.

Jueves, 25 de octubre de 1956.
Borges me dice: "Le dieron el Premio Nobel a Juan Ramón Jiménez".
Bioy: "Qué verguenza..."
Borges: "...para Estocolmo. Primero a Gabriela, ahora a Juan Ramón. Son mejores para inventar la dinamita que para dar premios".
Bioy: "De cualquier modo, Juan Ramón es mucho mejor que Gabriela Mistral. Los malos poemas de Juan Ramón son malos; pero los mejores son bastante buenos. Gabriela Mistral no ha escrito ningún poema bastante bueno[...]".

viernes, octubre 20, 2006

"Este nos vino a reventar el acto"

(Revista Somos - 30 de julio de 1982)

Che, paren la marcha que no damos más. . .
—¿Estás loco?
—La gente la escucha y empuja para entrar. . .
—Está bien, te la paramos. Total el disco ya está rayado. . .
El diálogo entre el compañero que controlaba el sonido y el que cuidaba la puerta de entrada el lunes pasado a las ocho de la noche en la Federación Argentina de Box, escondía otra realidad: en poco más de un fin de semana la Marcha Peronista fue pasada no menos de 50 veces en tres actos políticos. ¿La ocasión? Un nuevo aniversario —30º, desde el 26 de julio de 1952— de la muerte de Eva Perón. ¿La realidad? El destape que produjo el levantamiento de la veda política llegó al peronismo, y el agitado tablero interno comenzó a moverse. El acto verticalista de Rosario (viernes 23, 2 mil personas), el que organizó ese mismo día el historiador José María Rosa (4 mil personas) alrededor del ring de la calle Castro Barros y el de Vicente Leónidas Saadi y la Intransigencia en ese mismo local (lunes 26, 5 mil personas) fueron datos que ningún político dejó de comentar en estos días. (A los que se sumó también el discreto encuentro en que los moderados de la CGT de Azopardo dieron su apoyo a Ángel Federico Robledo, viernes 23, en un local de Solís al 500.)
"SE VA A ACABAR. . ." Disculpen, compañeros, pero los tenemos que revisar. Después de pasar un ligero palpado de armas los periodistas pudieron entrar el lunes pasado a las siete de la tarde a la Federación Argentina de Box. (No sin antes recordar que en ninguno de los otros actos habían sido revisados.) El clima adentro era caliente. Cinco bombos acompañaban los cánticos de una barra que iba subiendo de tono. (Se va a acabar la dictadura militar. La sangre derramada no será negociada. No habrá manto de olvido para los desaparecidos. Paredón, paredón a todos los milicos que vendieron la Nación. Perón o muerte. . .) Sobre una de las tribunas laterales se había ubicado un grupo de Madres de Plaza de Mayo (una presencia que se repite en todos los actos) con sus pañuelos blancos y carteles que hacían mención a los desaparecidos. En la tribuna principal (se apretaban unas 1.500 personas) podían notarse a simple vista dos grupos y dos actitudes distintas: por un lado los que cantaban la marcha partidaria haciendo la clásica V de la victoria cuantas veces fuera necesario, y por otro los que no cantaban y sólo se sumaban al coro en algunos moderados slogans antimilitares. ("Hay bastantes del PC", se le escuchó a uno de los organizadores en el vestuario del estadio.)
Susana Valle y Andrés Framini no tuvieron problemas para llegar hasta el palco por el estrecho pasillo que usan los boxeadores para ir hasta el ring. Vicente Leónidas Saadi y José María Castiñeira de Dios tuvieron que esperar que sus propios amigos-custodios hicieran un hueco para poder llegar al tablado. Un redoble de bombos y la marcha peronista a todo volumen los saludó. Sin que se lograra un silencio total se pasó un disco con el discurso con que Eva Perón renunció a la candidatura vicepresidencial en 1952. (La fórmula Perón-Tesaire se impuso finalmente a la radical Balbín-Frondizi.) A las ocho y veinticinco se hizo un minuto de silencio y después comenzaron los oradores. Susana Valle aludió a los desaparecidos y un grupo desde la barra pidió "que hablen las madres". (Sin moverse de su sitio, una de ellas aseguró que iban "a luchar hasta que les devolvieran a sus hijos vivos", y aclaró que en eso no se iban a dejar "usar" por ningún partido político.) El ex diputado Edgar Saa puso una nota de humor cuando aludió a la 'comucopia' en su arenga. "Que traduzca. pidió la barra a viva voz. "Es el hambre y la miseria", contestó irritado Saa, sin reparar que era exactamente lo contrario.
El legendario Andrés Framini fue presentado como ex gobernador de Buenos Aires. (En 1962, Arturo Frondizi intervino la provincia ante el triunfo de la fórmula peronista Framini-Anglada), y reservó sus mejores dardos para la lucha interna partidaria. "Tal vez porque desde allí recibió los golpes más duros", comentó después un dirigente. (Se lo considera un hombre leal a Perón que siempre cumplió sus órdenes: creó en su momento la CGT Auténtica que se opuso a las huestes de Augusto Timoteo Vandor, hizo proselitismo desde 1970 hasta 1972, y cuando el peronismo ganó las elecciones en 1973 fue nombrado administrador de la Isla Martín García. Después fundó el Partido Auténtico, considerado brazo político de montoneros.) "No se puede decir que la conducción sea buena o mala: no hay conducción. Vamos a sinceramos: no tenemos ni unidad ni solidaridad ni organización. En este país el peronismo es de Perón. Todavía no es de nadie", dijo Framini.
Cerró el acto el catamarqueño Saadi (en pocos días más sacará a la calle su diario La Voz). A lo largo de veinte minutos fustigó al gobierno y aclaró que "se le va a exigir rendición de cuentas porque el pueblo está preparado hoy para la venganza".

MACHO Y VALIENTE. Lo que pareció estar fuera de programa (para todos los politicólogos ése era un acto de izquierda) fue la presencia de Carlos Saúl Menem. "Vengo de la tierra de Facundo Quiroga, del Chacho Peñaloza, de Felipe Varela. . . y también lo voy a decir porque soy macho y valiente, de la tierra de Isabel Martínez de Perón" Fue lo último que el ex gobernador de La Rioja pudo decir con coherencia. "Evita hay una sola", bramó la tribuna en la segunda parte de una rima irreproducible. Hubo abucheos. "Este nos vino a reventar el acto", vociferó nervioso un miembro de la Intransigencia. Los amigos-custodios que rodeaban el palco escondían una mano adentro de sus sacos invitando a la calma a los más enardecidos. Menem quiso arreglarla.
—Muchos me criticaron por venir a un acto de zurdos, pero yo no soy ni zurdo ni derechista. Soy peronista. . .
—Menem (gritó uno), acordate de López Rega, que era amigo tuyo. . .
—Yo no fui lopezreguista. Debemos juzgar a los culpables de los secuestros, a los que llevaron al país al caos económico, a los responsables del desastre de las Malvinas. . . (Sus palabras se perdían dentro del murmullo general.) En la esquina de Rivadavia y Castro Barros unos pocos jóvenes quisieron seguir la polémica. Los que esgrimían la revista El Caudillo aseguraban que no iba a quedar ningún montonero y vivaban la patria peronista. Los que salían del acto contestaban con la patria socialista. Unos corrieron. Alguien revoleó un cinturón. Los policías (un carro de asalto y una grúa) miraban sin intervenir. Fueron apenas dos minutos y no ocurrió nada.
De un día para otro Menem pasó de la gloria al ocaso. Porque en el acto del viernes pasado en Rosario (lo organizó la Unidad de Bases Justicialistas) el ex gobernador entró vitoreado por 200 jóvenes ("Caudillo, caudillo", le decían), que se pasaron todo el acto gritando "Isabel, Isabel". En Rosario (después de algunos chamamés con letras que aluden a Perón, y de la llegada del Tula con su bombo), habló el ultraverticalista Manuel Lázaro Roca: "Este es un acto de fe peronista y de reafirmación de la jefatura indiscutida del movimiento de la compañera Isabel. Aquí nadie puede reclamar ni títulos ni representaciones. Los que estamos aquí venimos porque somos, fuimos y seremos leales". La lista de oradores (José Carmelo Amerise, Rosaura Isla, entre otros), fue cerrada por Deolindo Felipe Bittel, a las doce menos cuarto de la noche: "Se acabó el dedo, y si nosotros los justicialistas no sabemos elegir a los representantes del justicialismo, no tenemos derecho a quejamos. Aquí no están todos los peronistas de Rosario. Tampoco están los que no pudieron venir y los que no quisieron venir. Para los dos nuestro saludo. No somos sectarios", dijo Bittel. Después se desalojó el Salón Primavera de la Sociedad Rural para preparar las mesas para la cena de los compañeros (50.000 pesos por cabeza) que terminó a las dos de la mañana.

MALVINAS EN EL TAPETE. Distinto matiz tuvo el acto que capitaneó el historiador José Mana Rosa en la Federación Argentina de Box. Las banderas y carteles daban una pauta: Juventud Peronista presente. Unidad latinoamericana. Ni yanquis ni marxistas, peronistas. Los retratos de San Martín, Bolívar y Perón recordaban la vieja consigna de La patria grande. Una película en la que Perón instó a la unidad latinoamericana completó el cuadro. Las consignas contra las Fuerzas Armadas fueron duras. Obviamente, Rosa fue el orador de fondo en el imaginario ring de Castro Barros. Con tono pausado ("de viejo profesor de historia", según aclaró), esgrimiendo un antiguo libro de la época de Juan Manuel de Rosas, apuntó todos sus dardos a la derrota militar en las Malvinas. "Los militares argentinos nos engañaron durante muchos años, pero ahora estamos convencidos de que no saben pelear. Lo único que saben hacer es voltear gobiernos constitucionales"', dijo. Mientras tanto, el ex ministro Emilio Mondelli se apoyaba nerviosamente en un fino bastón de madera oscura con empuñadura plateada, en la primera fila de butacas. Las consignas siguieron: "Los muchachos que murieron los milicos los vendieron". Y Rosa siguió: "Galtieri quiso hacer un acto demagógico para salvar al Proceso. Por eso salió al balcón. Por eso quería llenar la plaza, adueñándose del sentimiento que nuestro pueblo tiene por las Malvinas. Pero se equivocó. Se equivocó". La tribuna volvió a la carga: "Galtieri ladrón: las Malvinas son argentinas y el pueblo de Perón". El ex embajador en el Paraguay en el último gobierno peronista (también lo fue en Grecia después de enfrentarse con el canciller Alberto Vignes) siguió con ese tono hasta recordar que "no habrá olvido porque la justicia no se olvida: se exige".
Los periodistas que cubrieron estos actos y también el del radical Raúl Alfonsín sacaban conclusiones en uno de los bares de Almagro. Para ellos el líder de Renovación y Cambio había llevado casi 2 mil personas más (entre jóvenes, no tan jóvenes y curiosos) que los actos peronistas. Y más de la mitad de la gente que fue a escucharlo no se cuenta entre seguros radicales. Otra diferencia que detectaron los hombres de prensa fue la actitud de los vecinos de la tan visitada calle Castro Barros: miraron hasta con simpatía la marcha radical, pero las ventanas y las puertas permanecieron cerradas durante los actos peronistas, como si temieran a lo que podía pasar.
Claro que no fueron las únicas diferencias. Alfonsín trató de moderar —una de cal, una de arena— cuando se refirió a la subversión y a la represión. La arremetida peronista fue directa y frontal contra las Fuerzas Armadas. La respuesta no se hizo esperar. El martes pasado por la noche, en una conferencia de prensa, el ministro del Interior, general Llamil Reston, aclaró que la consolidación de la democracia será realizada sobre la base del disenso, pero al mismo tiempo alertó contra las actitudes agraviantes, las acusaciones irresponsables y los intentos divisionistas.
El tono usado por los oradores tampoco cayó bien entre los dirigentes políticos. "Frente a la crisis actual resulta inconveniente asumir posiciones extremas —dijo a SOMOS Raúl Matera—. Pueden favorecer actitudes que buscan desequilibrar la situación política y favorecer un gobierno de corte dictatorial y de imprevisible orientación ideológica". Para Américo Ghioldi "hasta que los peronistas no salgan del ciclo Perón, del ciclo del apellido Perón, van a seguir dando manifestaciones contrapuestas. Esto puede cambiar cuando ellos elijan a sus propios dirigentes". El radical Fernando de la Rúa prefirió no opinar sobre el tema, pero señaló a SOMOS que "es bueno que la juventud vaya a los actos con sentido crítico, porque ésta es una hora de actuar con grandeza, y esto va para todos: políticos y gobierno".

BOX Y ACTOS. El viejo estadio de la calle Castro Barros no puede hacerle sombra al Luna Park, pero tiene una rica historia de actos políticos. ("Está bien ubicado, no cuesta llenarlo y permite hacer comparaciones", sintetizó un veterano político.) Y a fines de 1971, cuando también —como ahora— faltaba un año y medio para las elecciones, el Gran Encuentro Nacional de la Juventud se reunió allí para entonar duras consignas contra la dictadura. (Perón desde Madrid, desplazaba a Jorge Paladino, y Héctor Cámpora era nombrado delegado personal. Ricardo Balbín maniobraba con la Hora del Pueblo, y Arturo Mor Roig trataba de sacar a flote el Gran Acuerdo Nacional. Desde la Secretaría de Prensa y Difusión se seguía una estrategia clara: fortalecer la imagen presidencial de Alejandro Agustín Lanusse. La Cámara Federal luchaba a la luz del día contra la subversión que pocos meses después se llevaría la vida del general Juan Carlos Sánchez. La inflación había redondeado el 39,1 por ciento anual y el PBI del primer trimestre del '72 era del 5,5 por ciento.) Los líderes vivían y los liderazgos eran claros. Las Fuerzas Armadas tenían una elemental cohesión, a tal punto que el brigadier Juan Carlos Rey renunció a su tumo presidencial para fortalecer la imagen de Lanusse. Hoy, en cambio, es casualmente el comandante de la Fuerza Aérea el que disputa el liderazgo al Ejército. Hoy, los que van a Castro Barros saben también que la guerra subversiva se llevó dos generaciones de argentinos, la vejez a los líderes carismáticos, y la derrota de las Malvinas, a gran parte de la unidad de las Fuerzas Armadas.

LOS MODERADOS. Un acto que transcurrió casi en la intimidad, pero que no pasó inadvertido para nadie, fue el que se hizo el viernes pasado en la Coordinadora de Acción Justicialista. Allí la CGT Azopardo (encabezada por Jorge Triaca) dio su apoyo a la acción política que desarrolla Ángel Federico Robledo. "Es hora de buscar el equilibrio", dijo a SOMOS uno de los gremialistas. Según se comenta, Robledo viene haciendo un trabajo de hormiga entre los viejos delegados y punteros del Gran Buenos Aires. Muchos de esos dirigentes todavía no pasaron el mal trago del '72: en la convención partidaria se había elegido la fórmula Manuel de Anchorena - Luis Guerrero, pero después el dirigismo partidario la cambió por Oscar Bidegain-Victorio Calabró. Esos mismos convencionales apoyan ahora los intentos de democratización que impulsa Robledo. Además, en la Coordinadora se comenta que pueden fructificar los contactos que el ex ministro de Defensa tiene con algunos ex gobernadores partidarios: el santiagueño Carlos Juárez, el neuquino Felipe Sapag y el correntino Julio Romero, por ejemplo.
"Los actos valen como ejercicio y para saber quiénes somos. Pero después lo que va a cantar la verdad será la democracia interna", dijo a SOMOS un dirigente antiverticalista. Por eso los analistas políticos saltaron la semana pasada por sobre los actos y apuntaron a las figuras que se perfilan para manejar las difíciles riendas del peronismo. "No sería extraño que un grupo considerable de gremialistas termine apoyando a Robledo como jefe del partido y a Luder como candidato presidencial, buscando una fórmula que incluya también a Cafiero", escribía en su columna dominical de Clarín Joaquín Morales Sola. Y el cronista de Convicción que trató de ordenar el mosaico partidario escribió: "Si en la política pudieran aplicarse las matemáticas, cosa que es absolutamente irreal, quedarían estas ecuaciones: Robledo podría contar con el apoyo de la CGT Azopardo, su propio grupo, el de Matera y el de Julio Romero, mientras Cafiero lo haría con la CGT Brasil y quizá las restantes corrientes internas. Este juego de hipótesis podría dar un empate, lo que seria aprovechado por Italo Luder para consagrarse candidato de la transición".
Todos los análisis mantienen sin embargo un interrogante: ¿Qué hará desde Madrid Isabel Martínez de Perón? Robledo fue claro: "deberá pasar el filtro de la democracia interna", dijo. Detrás de la virulencia de algunos actos, los moderados no descansan. Habrá que ver lo que vendrá.
Juan Carlos Araujo
Investigación: Tabaré Arias, Jorge Vidal, Jorge Alurralde, Héctor Ali y Pedro Olgo Ochoa.

jueves, octubre 19, 2006

San Vicente


(Ni Yanquis ni Marxistas)

El telescopio Hubble logró tomar la foto más nítida de un choque de galaxias

martes, octubre 17, 2006

No voy en tren, voy en avión

Dijo Sir Jimmy Page a principios de los ´70:
"Hay varias cosas de Estados Unidos que me gustan. Cosas que los estadounidenses dan por hechas, como un buen sistema telefónico. Y ellos no te fuerzan a ir a la cama a la diez de la noche cortando los programas de televisión y parando los servicios de trenes.
Allí en Texas ellos tienen las groupies más ricas. Algunas de las groupies seguían nuestro jet en su jet privado."

domingo, octubre 15, 2006

Planta Piloto

(el huevo y la gallina)

Mario Bunge nació en Buenos Aires el 19 de septiembre de 1919. Es ciudadano canadiense desde 1975. Su biografía completa versión Wiki, acá. También puede consultarse su página web personal. A continuación, un fragmento del libro-entrevista que le realizara Raúl Serroni-Copello en el año 1988.


¿Estuvo preso alguna vez?
¡Claro que estuve preso! Estuve preso dos veces. Una vez, el 18 de julio de 1936, el mismo día que se sublevó Franco -por eso me acuerdo bien-.

¡Pero usted tenía 16 años!
No...claro...sí.

¿Qué había hecho?
Estaba simplemente en mi casa. Le había pedido prestada la casa a mi padre para hacer un festejo. Bueno, entonces se había llenado de gente la casa que pagaba una entrada porque la fiesta se hacía para recaudar fondos para ayudar a los presos políticos. En aquella época era Gobernador de la Provincia de Buenos Aires -ahí vivíamos, en Florida- uno de los primeros fascistas mussolinianos: Manuel Fresco, un hombre fraudulento y, por supuesto, dirigente del Partido Conservador. Mi padre, que había sido diputado nacional durante veinte años y que recién acababa de serlo, tenía una vieja cuenta pendiente con la policía y vinieron, mientras hacíamos esa fiesta, a cobrarla; nos metieron a todos presos -más de 100 personas, incluyendo a mi padre, por supuesto. A mí me dijeron que me fuera, pero como yo les contesté que quería estar con mis amigos también me dejaron adentro.

¿Cúanto tiempo estuvo preso esta primera vez?
No, nada. Nos llevaron a La Plata y a la mañana siguiente fue a buscarme un tío mío. Los demás salieron casi todos a la noche del día siguiente. De modo que eso fue nada más que un día. Eso sí, la policía robó todo lo que pudo: me robaron la máquina de escribir, un reloj que mi padre me acababa de traer de Londres, mi colección de monedas antiguas...Pero después, en el ´52, fue distinto.

¿Cómo fue?
Yo era casi un indocumentado. En la Capital se negaban a darme la cédula de identidad por mis presuntos antecedentes políticos -tenía documentos, desde luego, pero de la Provincia de Buenos Aires y por acomodo -y yo necesitaba sacar el pasaporte porque tenía planeado mi primer viaje a Europa. Entonces cuando fui a pedirlo se acordaron de mí y me citaron a la Sección Especial para que firmara una autorización de allanamiento de mi casa: ¡No! -les dije-, ustedes pueden allanar mi casa cuando se les antoje y no necesitan para eso mi autorización. ¡Yo jamás voy a autorizar que me allanen mi casa! Dispongo de libre albedrío y a ustedes no les costará ningún trabajo encontrar un juez que firme la autorización. Y también pueden allanar sin orden judicial, como suelen hacerlo.

A la semana de este episodio, después de terminar una fiesta por un aniversario de casamiento, cayó a mi casa la policía. Como yo sabía que era inútil no dejarlos pasar, entraron y empezaron a revisar todo. Parece que les preocupaba, en particular, mi fichero; ahí yo tenía una carpeta que decía y estos sabuesos sólo estaban preparados para reconocer la Fundación Eva Perón. Al ver que en mi fichero había otras, por ejemplo papeles de una fundación privada con fines culturales que trataba de promover un millonario de la provincia, se las llevaron todas. Aunque esta vez no pasó lo del ´36: no me robaron. Y, dicho sea de paso, el pasaporte jamás lo obtuve; recién después que cayó Perón me lo dieron y pude viajar a Europa(...)

Con el cuento de que se trataba de una formalidad, de firmar unos papeles, me llevaron a la comisaría; me dieron empujones, me obligaron a que me quitara los cordones de los zapatos y el cinturón, y me metieron en una celda infecta. Al poco rato empezó a llover y, como la celda ni siquiera tenía un techo decente, todo se empezó a llenar de agua. Estuve incomunicado tres días y después me trasladaron al baño de la comisaría. Al cabo de una semana me llevaron a La Plata, a un sótano donde había más de cien personas, entre presos comunes -asesinos y ladrones-, presos políticos y presos sindicales. Me acuerdo que nos juntamos tres: un médico que tampoco sabía por qué estaba, un obrero ferroviario y yo. El obrero ferroviario era peronista y no sabía qué pasaba, pero obviamente había una huelga ferroviaria -de la que yo ni siquiera estaba enterado- y posiblemente este pobre muchacho estaba involucrado en ella. La cuestión es que fue la primera vez que en la Argentina desapareció gente, unas 60 personas que hizo desaparecer Perón. Perón fue quien inventó lo de los desaparecidos, no los militares de los ´70. Desde luego que en aquella época fueron 60 y que los militares hicieron desaparecer 20.000, pero esto en gran escala funcionó después de la planta piloto que inventó Perón. Finalmente, gracias a cuñas, me sacaron y me llevaron esposado desde La Plata hasta la cárcel de Las Heras para ver a un juez. ¿Se acuerda que había una cárcel en Las Heras?

Sí, donde mataron al General Valle...

Sí. Y entonces ahí comparecí ante un juez y me hicieron firmar un papel por el que se me dejaba en liberta provisional. Nunca se me sobreseyó: ¡Todavía estoy en libertad provisional! La acusación era que yo había participado en la organización de la huelga ferroviaria, lo que era un crimen importantísimo tratándose de un estado fascista. Y lo más gracioso de todo era que yo estaba apenas enterado de esa huelga porque tenía un coche y no usaba tren.

¿Cuánto tiempo estuvo preso?
En total estuve preso dos semanas. Pero fueron dos semanas muy instructivas. Por ejemplo, vi cómo apaleaban a presos en la comisaría -a mí me trataron a empujones pero no me pegaron-, vi cómo los policías hacían con ellos sus ejercicios de boxeo. Al principio me pusieron solo en una celda y después metieron conmigo a un borracho. Yo estaba agradecido porque la compañía humana, aun la compañía de un borracho medio senil, es preferible a la soledad."

sábado, octubre 14, 2006

Fragmentando

Yo no hablo de venganzas ni de perdones,
el olvido es la única venganza y el único perdón
(Jorge L. Borges)

Más fragmentaciones, acá

jueves, octubre 12, 2006

Si vos lo decís...

"He visto a los mejores escritores destruirse por la política".
Para ver la entrevista completa al Premio Nobel de Literatura 2006, click acá

Silencio Hospital

martes, octubre 10, 2006

Una minoría de uno

Ciryl Connoly, escritor y crítico literario inglés (1903-1974), amigo íntimo de los poetas Stephen Spender y W. Auden, fundó junto al primero la revista literaria Horizon cuya edición se extendió desde 1939 hasta 1949. Otro gran amigo de Connolly fue el filósofo inglés A.J. Ayer, quien en sus memorias escribió que "Ciryl era hombre de rachas, sujeto a buenos y malos humores, pero en los momentos de alza, y si la concurrencia le era propicia, se convertía en uno de los mejores conversadores que he tenido la oportunidad de conocer."
Connolly escribió cosas como como éstas:
"Cuando me paro a considerar todo lo que creo, y para ello debo partir de todo aquello en lo que no creo, me da la sensación de conformar una minoría de uno… pese a saber que hay millares como yo: los liberales sin creencia en el progreso, los demócratas que desprecian a sus semejantes, los paganos que han de vivir de acuerdo con una moral cristiana, los intelectuales para quienes el intelecto no es suficiente… materialistas insatisfechos, somos tan vulgares como el barro".
Más sobre la vida y obra de Connolly a continuación
(link relacionado)

lunes, octubre 09, 2006

Todo es voluntad

Cuando Paul Auster se refleja en Borges, podemos leer estas cosas

Recuerdos del futuro

La historia francesa y sus desencuentros, ¿podrán recordarse por decreto?
Un agudo y sintético análisis de este tema puede verse acá
(vía unatemporadaenelinfierno)

jueves, octubre 05, 2006

Las palabras y los números

Si consideramos solamente a los escritores que han recibido el Premio Nobel desde 1950 hasta el año pasado (55 personas), observamos que sólo un autor del mundo árabe ha sido galardonado: Naguib Mahfuz en 1988 (egipcio, recientemente fallecido). Sólo tres representantes del mundo asiático: dos japoneses (Yasunari Kawabata en 1968 y Kenzaburo Oe en 1994) y un chino residente en París (Gao Xingjiang en 2000). Tres africanos, dos de los cuales están claramente insertados en la cultura occidental (Nadine Gordimer en 1991 y J. M. Coetzee en 2003) y el nigeriano Wole Soyinka. Entre los latinoamericanos contamos cuatro: el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967), el chileno Pablo Neruda (1971), el colombiano Gabriel García Márquez (1982) y el mexicano Octavio Paz (1990). De 55 escritores galardonados, contamos 51 hombres y 5 mujeres (en 1966 lo compartieron Samuel Agnon, Israel y Nelly Sachs, Alemania/Suecia), lo que significa una representación del 8,9% de mujeres entre los premiados. Las cuatro mujeres que recibieron el premio en forma individual fueron galardonadas todas en las décadas del noventa y en lo que va del presente siglo: Gordimer en 1991, Toni Morrison (EEUU) en 1993, Wislawa Szymborska (Polonia) en 1996 y Elfriede Jelinek (Austria) en 2004.

miércoles, octubre 04, 2006

Gonzalo Garces

Gonzalo Garces es un escritor que escribe mucho sobre muchos temas, sobre los que también escriben muchos otros escritores. Hay muchos textos de Gonzalo para recomendar y dos sitios personales para archivar y consultar periódicamente.

martes, octubre 03, 2006

LOS DINOSAURIOS


Los amigos del barrio pueden desaparecer;
los cantores del radio pueden desaparecer.
Los que están en los diarios pueden desaparecer;
la persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire.
Los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden desaparecer.
Pero los dinosaurios van a desaparecer.
No estoy tranquilo mi amor, hoy es sábado a la noche, un amigo esta en cana.
Oh, mi amor! desaparece el mundo.
Si los pesados, mi amor, llevan todo ese montón de equipaje en la mano,
Oh, mi amor! yo quiero estar liviano.
Cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a nada.
Imaginen a los dinosaurios en la cama.